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Cuando Me Dijeron ‘Es un Arreglo Rápido’ y Sabía que No Saldría de Ahí en Todo el Día

  • Foto del escritor: Isra al rescate
    Isra al rescate
  • 4 mar
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 4 mar

Todo comenzó con una llamada. "Hola, ¿tú eres el que arregla cosas? Tengo un problemita eléctrico, pero es un arreglo rápido. Si puedes venir ahora, mejor, seguro que es una bombilla fundida o algo así."


Ya en ese momento, algo dentro de mí me dijo que estaba a punto de vivir una experiencia religiosa. Pero bueno, como buen profesional, agarré mis herramientas y me fui al rescate.

Nivel 1: La entrada al infierno

Llego a la casa y el cliente, un señor mayor con una sonrisa inocente, me dice: "Nada, nada, que no sé qué pasó, pero la luz de la cocina no enciende. Será solo cambiar la bombilla, ¿verdad?"


Miro el cuadro eléctrico… parecía sacado de un museo de los años 60. Cables retorcidos, empalmes con cinta aislante de colores (como si fuera un adorno navideño) y, lo mejor de todo, un tenedor metido donde debería haber un fusible.


Me froto los ojos. "Señor… ¿esto quién lo arregló antes?"


"Ah, eso lo hizo mi cuñado, que es muy apañado. No es electricista, pero vio un tutorial en YouTube y dijo que eso era pan comido."

Claro. Cómo no.


Nivel 2: La verdad sale a la luz (o no)

Intento tocar lo menos posible para evitar que toda la casa salga ardiendo. Pruebo con el Tester y… no hay corriente en media casa. Pregunto:


– ¿Desde cuándo está así?– Bueno… como tres meses. Pero no nos molesta mucho, nos hemos acostumbrado a cenar con velas.


Vale. Respiro hondo. Sigo revisando y descubro algo aún mejor: un empalme hecho con cinta de carrocero y pegamento caliente. Ya no sé si estoy arreglando una instalación eléctrica o restaurando una obra de arte moderna.


– Esto no es seguro… hay que rehacer toda la instalación de esta zona.– ¿Pero eso cuánto tarda? Porque yo pensaba que era un arreglo rápido.


Miro al cielo, buscando respuestas. Jesús no responde.


Nivel 3: El giro inesperado

Cuando ya llevo dos horas peleándome con los cables, escucho a la esposa desde la otra habitación:


– ¡Cariño! ¡Dile también lo de la lavadora, ya que está aquí!


Mi cara en ese momento: 😐


"¿La lavadora? ¿Qué le pasa?"


– Bueno, nada grave. Desde hace un mes da chispazos cuando la tocamos, pero si le das un golpe, arranca.


A estas alturas, ya estoy convencido de que esta casa está poseída por el espíritu de Nikola Tesla, pero en versión borracha.


Nivel 4: La liberación

Finalmente, después de 6 horas, muchas risas nerviosas y casi morir electrocutado tres veces, consigo devolver la electricidad a la casa. El señor, muy contento, me dice:


– ¡Sabía que era un arreglo rápido! Si es que estos aparatos de hoy en día son más complicados que los de antes.


Yo solo sonrío, guardo mis herramientas y me prometo a mí mismo que, la próxima vez que alguien me diga "Es un arreglo rápido", cobraré el doble por adelantado.


🔧 MORALEJA: Si un cliente te dice que será rápido, corre. 🚀

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